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Ahorita mismo, el Café Tacuba

La chilanga banda toca en el Luna Park y yo, desde la platea, me transporto al Café Tacuba. No el grupo que cumple veinte años y festeja en la Argentina, sino: el Tortoni del DF (que le dirán “defectuoso” pero aún resume todo lo hermoso y horroroso de la Humanidad). Fundado en 1912 en una casona colonial del siglo XIX, y a la vueltita nomás de la elefantiásica plaza del Zócalo, en el Café Tacuba pido un café espeso como petróleo y me convidan con su receta mítica de mole poblano. ¡Oooooorale! Transcribo parte de la carta, casi un repertorio de personajes del Chavo: conchas blancas, roscas de canela, chamucos, empanadas de nuez, alambres, chilindrinas, volcanes, espejos, afamadas magdalenas, novias, panqué de pasa y gala de galas. Puro realismo mágico latinoamericano. La memoria emotiva rescata aquel episodio gourmet: meses antes de la psicosis gripal porcina, yo en la punta de una mesa donde comemos como chanchos. Acompaño el café con un entremés ranchero (un millón de calorías), y en el puerco maridaje, brindo con michelada: cerveza, limón y sal. ¡Salud!

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Nicolás Artusi

Es periodista y sommelier de café. Trabaja en radio, prensa gráfica, televisión y online. Escribe libros largos y artículos cortos. Fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.