Muy pronto, el auto será capaz de pedir un café y llevarte a recogerlo: el próximo desafío de la industria automotriz será convertir el vehículo en una máquina multiservicio. En pocos años, el automóvil se convertirá en un smartphone con ruedas y las grandes empresas europeas, como BMW, Audi y Mercedes-Benz, no quieren dejar ese fabuloso negocio en manos de Google y Apple, las compañías estadounidenses que parecen estar más cerca de producir un auto inteligente: los ingresos de transmisiones de datos desde autos podrían llegar a los 200.000 millones de dólares en el año 2020. ¿Y qué tiene que ver esto con el café? Símbolo de la vida moderna en las grandes ciudades, es el ícono que eligieron las automotrices para explicarle al gran público cómo funcionará un smart-car: al subir al auto, el vehículo pedirá online un café customizado según el gusto de su conductor, lo pagará a través de PayPal y conducirá mediante un GPS para retirarlo de una ventanilla, antes de tomar las calles o salir a la ruta.
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El auto te conseguirá un café
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