La escasez del grano está cambiando una tradición histórica de Cuba: convidar a las visitas con un rico cafecito. Según el monárquico diario español ABC, “‘cuando uno va de visita a una casa y le ofrecen café, hay que meterse debajo de la mesa'”, bromeaba estos días un habanero en la cola de un establecimiento comercial en alusión a los problemas que la mala calidad de la mezcla causa en las cafeteras. La polémica ha llegado a tal punto que el diario oficial Granma ha decidido tomar parte de la ‘animada controversia’ y publica un artículo donde vuelve a explicar las razones de la medida y ofrece detalles de la elaboración industrial del nuevo café“. El problema radica en que, debido a los aumentos en el precio internacional y el descenso de la producción nacional, el gobierno de Raúl Castro promovió la mezcla de café con chícharos, lo que provocó protestas en todo el país y hasta denuncias de roturas en las cafeteras.
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En Cuba, mezclan café con chícharos
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