Planta permanente, de Ezequiel Radusky.
En los sótanos de una oficina pública, una empleada de limpieza atiende la cafetería clandestina junto a una amiga hasta que la competencia interrumpe la solidaridad proletaria. Una película para ver en esta época y una oportunidad de recordar a la maravillosa Rosario Bléfari, en un ciclo dedicado a sus películas. Está en MUBI.
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