Convertido en un fetiche de la modernidad, el café despierta pasiones entre sus fieles, que suelen ser fanáticos también de otras actividades paralelas al beber: leer o escribir, siempre en cuadernos (el Sommelier de café fue pionero con su cuaderno-libro Notas de café que, shhhhhh, este año tendrá una renovada edición). En esa línea, la marca canadiense Reunion Island Coffee Roasters encaró un rediseño ambicioso, que incluye no sólo el packaging de sus variedades sino también tazas, cafeteras V60 y, claro, cuadernos. En tonos marrones, grises y bordós, desarrolló una imagen sobria y elegante, coherente con sus veinte años de historia, y una asepsia cosmopolita que, al menos en su isotipo, a mí me recuerda a la admiradísima revista Monocle…
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Café de puño y letra
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