Cafés del mundo: Peeze, de Holanda

Café de calidad, desde hace 130 años: ésta es la promesa de Peeze Coffee, una marca holandesa que nació en 1879 en una aldea cercana a Hengelo, cuando dos hermanos cambiaron un caballo por una taberna. Ahí empezaron a tostar granos para los parroquianos y, sin saberlo, estaban construyendo los cimientos de un módico imperio cafetero que hoy llena las tazas de buena parte de Holanda.  Ya para 1950, Peeze se convirtió en el primer establecimiento en ofrecer auténtico espresso italiano en las Tierras Bajas. Pero tanta historia tenía que ser modernizada. El estudio SoGood rediseñó el packaging tradicional del café y prescindió de las palabras: acaso con un espíritu Benetton, revistió los paquetes con las imágenes multiétnicas de los habitantes típicos de los países productores que proveen a Peeze (Perú, Etiopía, Indonesia y México), en muestrario a lo National Geographic. El objetivo fue mostrar la cara humana del cada más industrial proceso del café y resumir el orgullo de los cafeteros por el trabajo bien cumplido.