Por diseño y simpleza, la máquina Inissia es el ingreso juvenil al mundo de las cápsulas.
“Colores diferentes, un placer único” (la mía es naranja setentoso, casualmente del mismo tono que mi tocadiscos de baquelita). Con ese lema, la nueva máquina Inissia se propone seducir a los jóvenes que valoren un espresso perfecto tanto como las frituras de un disco de vinilo (para mí, dos placeres que van juntos): es un ingreso al mundo de las cápsulas, con un modelo sintético y liviano que se presenta en una variedad de tonos. Si alguna vez se dijo acá que Nespresso es “el Apple del café”, no es casual que junto con el iPhone C multicolor aparezca Inissia, que reclama un lugar ya no en la cocina sino en el living. Dirigida a los jóvenes, plantea un vínculo emocional con el café a través del diseño: pequeña, ergonómica y de formas curvas, simplifica la operación para la máxima eficiencia de uso y se presenta en colores de temporada.
La nueva Inissia fue creada por Antoine Cahen de Les Ateliers du Nord (ADN), en Lausanne, Suiza y ganó el prestigioso premio de diseño Red Dot 2014, que celebra la perfección en productos de calidad, alta tecnología y uso diario alrededor del mundo. En crema, blanco, negro, rojo, naranja y celeste, y con 2,4 kg de peso, Inissia es la máquina más liviana de Nespresso: con 19 bares de presión, calienta el agua en 25 segundos para preparar el café de manera inmediata. Además, viene equipada con un dispenser de cápsulas usadas más grande (hasta once unidades), un tanque de agua de 0,7 litros, botones automáticos para obtener la medida exacta de café en cada ocasión, y apagado automático para ahorrar energía tras 9 minutos sin uso. Cuesta $ 2.090. Y suena como el iPod de la cafeteras.
