“Ketchum había preparado el café como se hacía antes en los wanigans (canoas). Había echado cáscaras de huevo, agua y café molido en una fuente de horno y lo había puesto a hervir sobre la estufa de leña. Teóricamente, los cascarones de huevo atraían los posos del café; podía verterse el café desde un ángulo de la fuente, y la mayor parte de los posos se quedaban en la fuente junto con los cascarones. El cocinero se mofaba de ese método, pero Ketchum aún preparaba el café así. Era fuerte, y lo servía con azúcar, quisieras azúcar o no: fuerte y dulce, y un poco cenagoso, como el café turco“.
La última noche en Twisted River es, con 658 páginas, la última novela monumental de John Irving. Cuenta la historia de un padre y un hijo que, tras una muerte accidental, se ven obligados a huir durante cincuenta años, medio siglo en el que se retrata la vida de esa entelequia llamada “el interior de los Estados Unidos“: paraíso del white trash, el ámbito ideal para un novelón épico donde se devela que el mundo no se rige por ningún azar y que, en algunos lugares, se sigue haciendo café como los de antes.
E
El café como se hacía antes
CategoriesSin categoría
Tenés que iniciar sesión para comentar.