La culpa es de la cafetera: al menos en muchísimos casos. Según el jefe de operaciones de American Airlines, los desperfectos en las cafeteras demoran los vuelos. “Hay una cantidad excesiva de problemas con las cafeteras”, dijo Robert Isom al diario The New York Times, que alentó a su personal a reemplazar los artefactos dañados. Aunque se negó a revelar qué porcentaje de los vuelos se retrasan por desperfectos cafeteriles, se supo que las máquinas están un poco obsoletas. Algunas usan agua mineral provista por la tripulación y otras, la misma carga de agua de los baños. No es poca cosa: en un vuelo internacional de largo aliento, un Boeing 777 lleva doce cafeteras a bordo.
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