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El papa Francisco prefiere el ristretto

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“Me gusta caminar por las callecitas de Roma y tomarme un ristretto, apoyado detrás de la barra de una cafetería”: la confesión es del papa Francisco, que añora sus años de turista anónimo por la Ciudad Eterna. El sitio Sprudge estuvo indagando en las preferencias cafeteras del papa. Se sabe que la Iglesia y el café tuvieron una relación cercana durante los últimos… siglos. Vale recordar el día en que un Papa tuvo que bautizar el café:cuando llegó a Europa, se lo conoció como “el vino árabe”. Enseguida, la Iglesia Católica italiana empezó a dar señales de que no aceptaba la oscura bebida “satánica“. Así, en los lejanos vaivenes del siglo XVI, el Papa Clemente VIII no pudo negar el furor por el oro negro entre sus feligreses: las presiones, que se multiplicaban aun dentro de la mismísima Iglesia, terminaron por exigirle al Papa una definición. Clemente bebió una taza y, sinceramente cautivado, dirimió el conflicto: “Sería pecado dejar a los descreídos una bebida tan deliciosa. ¡Venzamos a Satanás impartiéndole bendición, para hacer de ésta una bebida verdaderamente cristiana!”.

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Nicolás Artusi

Es periodista y sommelier de café. Trabaja en radio, prensa gráfica, televisión y online. Escribe libros largos y artículos cortos. Fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.