Los okupas del wi-fi

Mesas copadas por trabajadores ambulantes, cafeterías devenidas en oficinas improvisadas: en el mundo ya se llama de “wi-fi squatters”, algo así como okupas de la Internet gratuita. Distintas cadenas ya están tomando medidas contra aquellos que se eternizan en un bar: en varios países, Starbucks ofrece un código de acceso a la Web que sólo dura 30 minutos y se obtiene con la compra de una bebida. Muchas cafeterías copiaron el sistema de códigos, algunas empezaron a cobrar un extra por la conexión a Internet y otras directamente están apagando los módems, en un sistema de “laptop free”. Todos los pronósticos coinciden en que el wi-fi gratuito está en camino a la extinción. El diario San Francisco Chronicle documentó el fenómeno y cita el caso de una trabajadora portátil de Berkeley, en California, que frecuenta una cafetería tres veces por semana durante cuatro horas, con un argumento irrebatible: “Necesito la compañía de otras personas”.