París ya tiene su propio café para gatos

Si “la loca de los gatos” es uno de los personajes más entrañables y temibles del barrio ahora podrá juntarse en las meriendas con otro fanático: el del café. Después de Tokio, Viena y Londres, París abre su primera cafetería para gatos. Se llama Le café des chats (“el café de los gatos”, no se mataron con el nombre) y abrió sus puertas esta semana en el centro de la Ciudad Luz, inspirado en el Neko Café japonés. Con un diseño interior de estilo hippie chic, con sillones y sofás confortables, los gatos se pasean entre las mesas, otros duermen enrollados en canastos, comen croquetas o afilan sus garras. “El efecto positivo del ronroneo de los gatos quedó demostrado científicamente. Aquí los clientes pueden acariciar a los animales y jugar con ellos, es un buen método para distenderse”, explica Margaux Gandelon, la dueña del lugar, que con jóvenes 26 años ya tiene un destino asegurado.