/ El periodismo es lindo porque se conoce gente, de Carlos Ulanovsky
“Tenés que matarlo a Bioy”, le dijeron al periodista y escritor Alan Pauls al poco tiempo de entrar a trabajar en Página/12: no es que hubiera conseguido un puesto como sicario sino que los jefes le pedían que adelante su obituario porque el señor Adolfito estaba en las últimas. Esta es apenas una de las decenas de anécdotas deliciosas que el querido Ula recopila en su último libro, más que una elegía a las redacciones de diarios y revistas: una declaración de amor. Con la picardía como norte, el gran maestro de periodistas confirma que en el ejercicio de este oficio se conjugan profesión, vocación, apostolado, especialidad, macaneo y diversión, todo siempre mal pagado (aunque uno pueda quedarse con algún viático), pero también nos recuerda que probablemente sea la mejor manera de vivir sin trabajar, aunque haya que ir todos los feriados.
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