Starbucks se adapta al buen gusto chino

Un gigante quiere conquistar a otro gigante: Starbucks quiere abrir 800 tiendas en China en los próximos tres años, que se sumarían a las 700 existentes y que aumentarían la planta de empleados de 12.000 a más de 30.000 baristas. ¿Cómo llegaron a esto? Después de pasar casi 14 años tratando de que los chinos acepten su cultura de café yanqui, la empresa de la sirenita cambió la estrategia y busca adaptarse al gusto local para no extinguirse. Según el diario The Wall Street Journal, China sigue siendo un país que prefiere el té, pero las ventas de café crecieron un 20 por ciento en el 2011 con respecto al año anterior hasta alcanzar los 6.250 millones de yuanes (unos 995 millones de dólares). Starbucks aprendió la lección: mientras las tiendas pequeñas funcionan bien en los Estados Unidos, donde hay casi una cafetería por cuadra, en China se valoran los espacios amplios y los sillones. Además, varios estudios de mercado demostraron que el gusto de los chinos por el café tiene sus límites: por eso, Starbucks está remozando sus recetas para hacerlas más parecidas al té y a los sabores locales, con bebidas superventas como el frappuccino de grano rojo.