Desde principios del siglo pasado, es la principal embotelladora de cafeína en el mundo. Ahora, Coca-Cola también quiere embotellar café. Este es el año de más bajo consumo de gaseosa en las últimas tres décadas en los Estados Unidos. Por eso, la empresa quiere recuperar terreno con café listo para beber… en botella. Las nuevas bebidas llegarán a las góndolas a principios del año que viene con la marca Gold Peak, un título de Coca-Cola que vende té frío. En los Estados Unidos, el negocio del café listo para beber factura 2.000 millones de dólares por año y Starbucks, con sus botellas de frappuccinos, es líder del mercado. Se estima que cada vez se tomará más: el filón facturará 2.300 millones dentro de tres años.
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