Más de 125 millones de personas viven directamente del café en el mundo: con los productores en pésimas condiciones laborales, el “comercio justo” usa la industria cafetera como plataforma de exportación. En 1997, en la Columbia británica del Canadá, se fundó Level Ground Trading, una empresa que comercia con pequeños productores del Tercer Mundo y ubica sus granos en Norteamérica, siempre siguiendo las reglas del fair trade. Las etiquetas de sus paquetes son un atlas del planeta cafetalero: Tanzania, Perú, Colombia, Bolivia o Etiopía, siempre envueltos en coquetos diseños creados por el estudio Subplot Design. Lejos de la estampita arquetípica de Juan Valdez (y su burro), para Level Ground el productor es el “héroe real” de la industria del café. Y por eso le rinden tributo en sus envases, que muestran las caras del país que no miramos detrás del café que tomamos.
>>> Un ojo en el Tercer Mundo
La empresa Level Ground Trading fue fundada por varias familias del Canadá interesadas en hacer ingresar la producción del Tercer Mundo en los mercados del Norte. El primer socio que tuvieron fue un tal Hugo Ciro, un pequeño granjero de Antioquía, en Colombia. Desde entonces, desarrollaron vínculos con productores peruanos y bolivianos, entre otros, y se convirtieron en referentes del “tratamiento ético” del comercio cafetero.
| Canadá no produce café… pero lo vende
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