Los grandes dilemas cafeteriles no se reducen a elegir entre el colombiano y el brasileño o entre el espresso y el jarrito. ¿Qué pedimos cuando pedimos un “cortado”? La muy británica taza MyCuppa es una ideota que resuelve el problema de la erogación justa: para no dudar en la preparación de un café latte, incluye una escala cromática para saber cuánta leche agregar, sea que se quiera un cortado, una lágrima o un macchiatto. A la venta por 14 dólares, imprescindible para el que reclama “para mí, ¡más café que leche!”.
¿Cuánta leche es demasiada leche?
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