El hispánico Diario de Sevilla celebra en su edición de hoy la aparición del barista como experto en la preparación del café. “Un nuevo término define a lo que antes llamábamos camarero o barman”, dice el periódico, que cubrió las finales del IV Campeonato Ibérico de Baristas, donde Antonio Chavarría se impuso sobre 17 aspirantes de España, Portugal y Andorra. Con las especializaciones cada vez más sofisticadas, los bares y restaurantes están valorizando el papel del barista (¿para cuándo una “carta de cafés” en los comederos elegantes?). Allá en España, la competencia consistió en 15 minutos de puesta a punto de la máquina y 16 minutos para preparar cuatro espressos, dos capuccinos y dos “bebidas especiales”. El campeón Chavarría deslumbró con sus creaciones, Mi primer café (polvo de galletas, crema de cacao, café espresso y crema de leche fría) y Reina Victoria (espresso, ginebra, tónica, lima y rodaja de pepino). ¿Para cuándo un posgrado cafeteril en la Argentina?
PS: como bien aclara su subtítulo (“Una guía esencial para preparar y servir comercialmente cafés espresso“), el libro de John Doyle que ilustra este post es una biblia del tema y se consigue acá.
E
El arte de ser un buen barista
CategoriesSin categoría
Tenés que iniciar sesión para comentar.