El café de Bolivia viene llegando

Cambio climático, dólar y cupo de importaciones (y un sabor único, agregaría yo). Esta semana, el diario La Nación publicó una nota larga sobre el lento pero sostenido ingreso del café de Bolivia hacia la Argentina y destaca dos cualidades para el cultivo del grano de especialidad en el país vecino: un régimen de lluvias amplio y una temporada húmeda en altura constante. “Todo esto, intensificado por el cambio climático, crea las condiciones ideales para que las fincas que se dedican a cultivar café tengan una producción estable y continua”, escribe la periodista Evangelina Himitian: “Además, al tratarse de cultivo en altura es forzosamente artesanal, no puede hacerse con máquinas. Y tampoco está siendo desplazado por otros cultivos. El resultado: pepas de café de muy alta calidad y de un sabor exótico, que en el mercado argentino vienen a reemplazar a cafés de tierras lejanas como Etiopía y Kenia, que se volvieron difíciles de conseguir por los costos de importación”. En la nota se destacan el servicio con café boliviano de Ninina y la edición especial que saqué con Caffettino, proveniente de las fincas La Envidia y La Cholita.