Muy desenchufado, desde hace unos días el sommelier de café ® viene celebrando la ceremonia que se celebra en el Japón, en una apuesta por el regreso de la preparación artesanal. Sin embargo, en la Isla del Sol Naciente no todos apoyan la movida unplugged: la multinacional Coca-Cola lanza una agresiva campaña para reposicionar su café en lata Georgia y ofrecerlo como una bebida masculina. “Disculpen, soy un hombre”, es el slogan de la nueva campaña, en un país donde el café en lata es una tradición muy arraigada entre los oficinistas que necesitan una inyección de cafeína para afrontar las maratónicas jornadas laborales. En los avisos se pueden ver a los más atléticos nipones en tablas de skate, en un ring de boxeo o practicando deportes acuáticos. Georgia Coffee se lanzó en 1975 y tiene un 34% del mercado cafetero japonés, que asciende a los 700 millones de dólares. A la venta en Japón, Singapur, Corea, India y Bahrein, sus ejecutivos detectaron que están “envejeciendo” sus consumidores y, por eso, ahora apuestan a capturar a los jóvenes que exigen emociones fuertes.
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El café en lata, un tónico masculino
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