La batalla entre tradicionalistas y modernos los tiene a unos preparando sus espressos en las máquinas clásicas y a otros, con las cafeteras monodosis: parientes cercanas de las cápsulas, con softpods (¡qué nombre tan tecno!), pequeñas bolsitas que encierran la cantidad justa de café molido para llenar una taza. El sistema nunca se impuso en la Argentina aunque hay marcas nacionales, como Cabrales, que venden bolsas-de-bolsitas en los supermercados. Pero en España y en México ya hacen furor y, en la tierra azteca, la empresa Moulinex lanzó su sistema Direct Serve, más precario que el de las cápsulas boutique pero que promete “preparar un café en sólo 50 segundos”. Pensada para un nicho económico del mercado, la máquina admite pequeñas bolsitas con 7,5 gramos provistos por la empresa Café Punta del Cielo, en sólo dos variedades: descafeinado y estilo americano (puaj). Tiene un depósito de agua que se calienta en 50 segundos y que saca hasta ocho tazas y, discreta en sus aspiraciones, cuesta módicos 70 dólares.
E
El café que viene en bolsitas
CategoriesSin categoría
Tenés que iniciar sesión para comentar.