Un aliento divino sobre la mesa: te sentás y podés ver, oler y saborear el humito mágico que deja el wok durante los primeros minutos. No por nada es un auténtico mito de la comida oriental: conocido como “wok hay” (o “aliento del wok”), te permite apreciar los sabores, los aromas y las texturas ni bien llegan a la mesa. Todo es una cuestión de costumbres: en la cultura oriental se cree que los alimentos saben mejor cuando se consumen al toque de ser preparados. Si en un banquete de Occidente nadie empezaría a comer hasta que el anfitrión haya servido a todos los comensales y se haya sentado en la cabecera, en Oriente los mejores asientos son aquellos más cercanos a la cocina: así, la comida no tiene que viajar tanto.
Un ritual familiar: en P.F. CHANG’S, el wok hay trae el aliento hasta el centro de la mesa, con un menú diseñado para que los platos puedan compartirse: los alimentos se sirven calientes con el aliento del wok emanando del plato. Ahhhhh. Para sentir ese aliento sobre la mesa, todos participan: desde el “back waiter” que custodia la comida caliente hasta los gerentes, que controlan la línea (precisión pura: ¡los alimentos no pueden producirse más rápido de lo que puedan servirse!). Los camareros se aseguran de que las mesas estén listas para servir cada plato. Pero lo mejor les toca a los comensales, que preparan sus palitos y su espíritu, para la experiencia colectiva: la comida oriental vuelve a sorprender con su magia.
