Se llama Mi café gratis y es una aplicación que consagra el trueque entre bebedores. Creada en España, es la ideota que sacraliza el intercambio: todos los días, envía una notificación al dueño del teléfono donde le avisa que lo espera un café gratis en distintos bares. A cambio, debe cumplir con alguna acción mediatizada, como ver un video comercial completo, compartir un anuncio en Facebook o permitir que se publique una información en su cuenta de Twitter. Al cumplir con la módica misión, empieza una cuenta regresiva de 12 horas en las cuales se podrá conseguir el café en los bares asociados… o perderlo hasta el día siguiente. Al llegar a la cafetería, uno debe tildar la opción “vamos a buscarlo” en la app, y tendrá cinco minutos para tomarlo. La idea de Mi café gratis certifica la unión entre el marketing masivo y el café, que se convirtió en el fetiche de los consumidores más enterados.
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