Mi amigo Conejo Martelli (cómplice en la conducción de Brunch, domingos de 11 a 13 por Metro 95.1) es, según dije al aire, “compañero de incontables aventuras periodísticas”. Sin embargo, hoy no le tembló el pulso (ni la voz) para declarar una guerra sangrienta a la ingesta del café en el brunch en favor, claro: de un Bloody Mary. Esto dijo:
“‘To be fashionable nowadays, we must brunch: para estar a la moda, debemos brunchear’. Esto proclamaba en 1896 el semanario británico Punch. La tradición neoyorquina más estricta dicta que el brunch se compone de un Bloody Mary, café y huevos Benedict (ponchados y servidos sobre tostadas con bacon y salsa holandesa)”.
Entonces: ¿infusión clásica o jugo de tomate frío? Esta será la madre de todas las batallas…
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