En abierto desafío al mandato industrial del siglo XX (“bigger and better“, más grande y mejor), el siglo XXI impone la obligación de ser pequeño y portátil. En talla XS, digamos. Y la cafetera Simply Espresso, de la empresa danesa Stelton, se hace la moderna y se jacta de eso: se presenta como “la máquina express más chica del mundo”, apenas con 23 centímetros de altura y 8 centímetros de diámetro. ¿Portátil? La Simply funciona con una batería recargable (no hace falta conectarla a la red eléctrica), y tiene un sistema de presión de 16 bares, incluso más que las maquinotas que copan el mercado y prometen un espresso con la reglamentaria espuma de 3 milímetros de espesor. Funciona con el sistema de monodosis (una pastilla o cápsula con la medida exacta de café molido): se coloca el agua por arriba, después el sobrecito y, por abajo, sale la infusión. La empresa Stelton, especializada en la fabricación de objetos de acero inoxidable con altísimo diseño, contrató para su desarrollo a la compañía Nielsen Innovation, que a su vez colaboró con una tecnológica francesa. Ah, cuesta 200 euros. Para el bolsillo del caballero…
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La express más pequeña del mundo

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