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La historia oral de la pornografía

“Aquí hablar forma parte del placer”. Fuera de cámara, la directora indica a un hombre que lea un fragmento de una novela pornográfica y él se retuerce sentado en lo que llama “un antiguo sofá erótico”: un sillón de tres cuerpos tapizado en capitoné rosado con flores blancas, en el que se adivinan antiguas manchas y derrames. Es la tesis de Mutzenbacher, el documental que estrenó Mubi y que propone un experimento revulsivo: que cien hombres de entre 16 y 99 años, convocados para un casting, lean en voz alta las memorias sexuales de una niña de principios del siglo XX. Lo que ellos no saben es que esa prueba será la mismísima película.

 

Un texto clásico, bajo los ojos de hoy: la “Historia de una prostituta vienesa” se publicó en 1906 y estuvo prohibida hasta 1968.

 

En 1906 se publicó Josefine Mutzenbacher: historia de una prostituta vienesa, un libro tan explícito en el detalle sexual que estuvo prohibido hasta 1968 en Austria y se mantuvo en la lista de textos inconvenientes para menores hasta 2017 en Alemania. Aunque su autor se ocultó en el anonimato, se le atribuye a Felix Salten, el hombre que antes escribió… Bambi. Su relato sobre la sexualidad infantil resulta abrumador por lo gráfico de sus descripciones; a la vez, es una obra literaria leída y releída en universidades y cuarteles de todo el mundo. ¿Cómo abordar el texto en una época inundada de sexo pero con inclinaciones hacia la moralina y la cancelación? La directora austríaca Ruth Beckermann publica un aviso en un diario vienés convocando a cien actores no profesionales para leer un fragmento frente a cámara y ahí nomás la luz se pone roja, rojísima: incomodidad, desconfianza, pudor o exceso de corrección en cada hombre al que no le sale interpretar el papel de una Lolita con deseos (“¡solo se trata de sexualidad, todos la tenemos!”, increpa uno de los más liberales). Fuera de cámara, la directora da indicaciones y se asume aquí que el poder es femenino. Algún postulante sobreactúa su condición de superado al describir el texto como “caliente, bonito, incestuoso, natural…” y otro se estremece tanto con lo que lee que tira las hojas al aire: le queman los papeles, queda sobrecogido.

 

El sofá de capitoné rosado parece diseñado para albergar a un par de amantes pero a veces se convierte en un instrumento de tortura moral (acaso una precisa metáfora sobre el sexo). En Mutzenbacher, el género masculino confronta su actualidad con el espinoso tema del deseo. “¿Los hombres hablan sobre sexo? Y en tal caso, ¿cómo?”, se pregunta Beckermann. El experimento fílmico delata que, aunque el sexo hoy se vea por todos lados, esquiva la lengua popular.

 

Publicado en La Nación

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Nicolás Artusi

Es periodista y sommelier de café. Trabaja en radio, prensa gráfica, televisión y online. Escribe libros largos y artículos cortos. Fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.