Hace rato hablamos acá de Atomo, la empresa estadounidense que se propuso cultivar café en laboratorios para quitarle el amargor. Ahora va más lejos: está lanzando una máquina para “imprimir” bebidas, entre ellas café. ¿Qué? ¿Cómo? Gracias a la mixología molecular. Se trata de una técnica nueva que combina moléculas, previamente cargadas en el sistema, para preparar las bebidas que surjan como resultado de esa mezcla: aguas saborizadas, energizantes, gaseosas y jugos pero también vinos, cócteles, té y café.
La máquina combina ingredientes químicos muy poco comunes que se compran por internet y que se almacenan en cartuchos y constituyen el 10 por ciento de cada preparación (el resto es agua). De ahí que se la compare con una impresora. Se llama Cana One y ya se vendieron diez mil unidades a 499 dólares que estarán operativas a partir del año que viene. Detrás de la ideota está el científico alimenticio estadounidense Jarret Stopforth, quien se propone revolucionar el negocio de las bebidas.