Se levantan, elefantiásicas y anónimas, en los pasillos de las oficinas de todo el mundo: son las máquinas de café, conocidas como “vending” en la jerga de los iniciados. Esta semana llegaron a las páginas económicas de los diarios porque la italiana Lavazza compró la argentina Coffice, responsable del gran parte del “café” que tomamos en nuestros trabajos. La operación se cerró por 3,5 millones de euros (un poco menos de 20 millones de pesos argentinos) y se relaciona con el anunciado plan de expansión de Lavazza en Latinoamérica: “Tenemos gran interés en el mercado argentino al ser el segundo en Latinoamérica y estar caracterizado por costumbres y consumo muy parecidos a los italianos”. Esta compra se suma a la adquisición de Café Terra Brasil y de Onda Coffee Break AD, la cadena de cafeterías más popular de Bulgaria.
| Emilio Lavazza, capo del café (1932-2010)
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Lavazza compra la argentina Coffice
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