Sin demasiadas victorias en la eterna guerra del café, McDonald’s está lanzando una ambiciosa campaña para mejorar la percepción de los consumidores sobre sus bebidas. En los Estados Unidos, la publicidad intenta transmitir la idea de que es “la cadena más amada“, después de que sus ejecutivos admitieran que los clientes no están conformes con el café que sirven. Junto con la publicidad, el plan para mejorar el café de sus tiendas incluye la preparación de un nuevo blend más tostado, la capacitación de sus empleados para convertirlos en baristas y el mantenimiento periódico de sus máquinas que, hasta ahora, era bastante precario. Además, refuerzan la promesa comercial más antigua: si el bebedor no queda conforme con el café que le sirven, podrá pedir otro sin cargo.
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McDonald's quiere ofrecer un mejor café
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