Destrozado por el genocidio de 1994 que se cobró más de un millón de víctimas, Ruanda intenta reinventarse como país. Y para eso apuesta al café. El Consejo Nacional de Agricultura para la Exportación pretende que el mundo empiece a identificar el grano ruandés como de altísima calidad: así nació Rwanda Cup of Excellence, un certamen que juzga 189 variedades de café que son sometidas a la evaluación de jueces internacionales. En Ruanda se cultiva la variedad arábica en las pendientes de las montañas y más del 70% de la población está vinculado con la industria del café. Ahora, el gobierno quiere que los productores adquieran un estándar de calidad que se ajuste a las exigencias de los países compradores.
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