Los chefs ahora están cocinando con café. Más allá del tiramisú o la chocotorta (algunos empapan las galletitas en café), el grano también se usa para comidas saladas: en muchos países de América, el café molido se emplea para especiar filetes grillados y carnes de cocción lenta. En Inglaterra, se puso de moda la panceta infusionada en café: el fiambre se cura en café molido y melaza, una combinación que aporta algo de amargor y una costra crujiente. En Perú, el último grito es un plato de brócoli mezclado con café y aderezos picantes. Según los cocineros, el café aporta una complejidad de sabores derivada de su amargor natural y su acidez característica.
U
Un asado con sal y café
CategoriesSin categoría
Tenés que iniciar sesión para comentar.