Cuando el arbolito de Navidad ofrece un desafío para el regalero con pocas luces, la Self-Stirring Mug combina las bondades de un obsequio original y un artículo geek: ni más ni menos, una taza que revuelve sola. Invento genial para el perezoso o para aquel que se jacte de tener todo lo último, sólo con dos pilas AAA (de las más chiquitas) que se insertan en su base, resuelve uno de los grandes dilemas de la oficina, y de la vida: “¡¿Dónde consigo un pituto revolvedor?!”. Con sólo apretar un botón en la manija, se activa un motorcito que revuelve el café y anuncia el fin del reinado de la cucharita.
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Una ideota total: la taza que revuelve sola
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