1. Ernie Pike, de Hugo Pratt y Héctor Oesterheld.
A cien años del nacimiento de Oesterheld, la reedición de una obra capital: la saga de un corresponsal de guerra que ve de cerca lo peor, y a veces lo mejor, del género humano.
2. Angel’s Pulse, de Blood Orange.
Un mixtape que se propone como el epílogo del genial Negro Swan, definido por su autor como “un diario que surge del subconsciente” y que al hablar de política y sexualidad casi podría ser una terapia curativa.
3. Big Little Lies, de Andrea Arnold.
Gran oportunidad para ver el final más discutido de la TV reciente: ¿una genialidad o una frustración? Voy por la primera. El duelo entre Celeste/Nicole y Mary Louise/Meryl queda en la antología de la mejor televisión.