Tus genes son fanáticos del café y el chocolate

Es común que el fanático del café negro también sea cultor del chocolate amargo. ¿Por qué? El secreto está en los genes. Los científicos del centro Northwestern Medicine descubrieron que los bebedores de café que tenemos una variante genética que refleja un metabolismo más rápido de la cafeína preferimos el café negro amargo. Y esa misma variante genética se encuentra en personas que prefieren el chocolate negro amargo. La razón no es el sabor sino que asociamos lo amargo con el impulso mental que esperamos de la cafeína. “Estas personas metabolizan la cafeína más rápido por lo que los efectos estimulantes también desaparecen más rápido. Entonces, necesitan beber más”, explica una de las autoras del estudio. Según se publicó en la revista Scientific Reports, equiparamos el amargor natural de la cafeína con un efecto de psicoestimulación. El chocolate negro tiene una pequeña cantidad de cafeína pero más que nada teobromina, un compuesto relacionado que también es psicoestimulante.