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Barrios que son infieles con sus propios vecinos

Escena 4. Interior. Día. Nieto: “Abuelo, Rob se quejará si no pagamos la renta otro mes”. Corte a: aviso de desalojo. Las primeras imágenes de Gentefied, la nueva serie de Netflix, anuncian que ésta es una comedia sobre un drama de la época: la gentrificación. Según el diccionario, “la transformación de un área geográfica delimitada que antes se encontraba en condiciones desfavorables y que después de un proceso de rehabilitación se convierte en un nuevo polo comercial o residencial, cuyos pobladores originales son desplazados por grupos sociales con mayor poder adquisitivo”. Los barrios infieles con sus vecinos están por todo el mundo: Palermo Viejo en Buenos Aires, Belleville en París o Boyle Heights en Los Angeles, la locación de Gentefied, donde la taquería Mama Fina’s aguanta las amenazas de desahucio y sus dueños mexicanos (los Morales, con semejante apellido: éticos hasta el tuétano) se rebelan ante la llegada de otras etnias con más dinero. 

 

La serie “Gentefied”, recién estrenada en Netflix, es una comedia sobre el drama de la gentrificación en las grandes ciudades.

 

“Los blancos adoran gastar plata en autenticidad”, se queja el abuelo Casimiro: “Aman nuestras cosas pero no a nosotros”. Como en la serie Vida, que muestra los dilemas de dos hermanas latinas en el mismo Boyle Heights, o la sensacional película The Last Black Man in San Francisco, que denuncia el proceso sistemático de expulsión de los negros en el barrio sanfranciscano de Mission, Gentefied destila el sabor agrio de una comedia triste. La gentrificación de las ciudades ya tiene sus propias narrativas. Con diálogos trilingües (inglés, español y spanglish) en los que se mezclan las palabras love, familia y lonchear, los Morales resisten. Hordas de forasteros harán valer el peso de los dólares para comprar sus casas y negocios en busca de autenticidad barrial y empujarán a los pobladores originales al suburbio, o más allá: hasta caerse del mapa. Además de brutal, la gentrificación es insidiosa: “Una comunidad que protesta puede terminar, a través de su resistencia, pareciendo más auténtica y por lo tanto más deseable”, escribió James Poniewozik, crítico televisivo del diario The New York Times: “Y exigir que los intrusos revisen sus privilegios puede simplemente halagar su sentido de autoconciencia”. 

 

El neologismo del título devela el problema principal de la gentrificación: la gente. En Gentefied, los latinos estadounidenses padecen la tensión entre la resistencia y la resignación cuando la invasión llega con la potencia de una topadora. “Todo puede ser demolido como si no valiéramos nada”, dice Casimiro: “Pero estoy en mi barrio y aquí me quedo hasta la muerte”.

 

Publicado en La Nación

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Nicolás Artusi

Es periodista y sommelier de café. Trabaja en radio, prensa gráfica, televisión y online. Escribe libros largos y artículos cortos. Fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.