Cuesta sólo 25 dólares y es la manera más barata de preparar un cold brew coffee: la cafeterita Takeya se convirtió en un módico furor en el hemisferio norte, donde están pasando los últimos días de un verano agobiante. El sistema es muy sencillo: en el portafiltro interior se dispone el café molido y en la jarra que lo rodea, el agua. El aparato trae una tapa, una manija y nada más: la infusión debe estacionarse durante 24 horas para que el agua extraiga todas las propiedades del café y después servirse con hielo. Como todos los grandes inventos, una idea chiquita que se vuelve gigante.
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