Un dilema de estos tiempos: ¿no podés arrancar tu día sin una dosis de cafeína pero el café te cae mal? Tal vez lo puedas reemplazar con actividad física. Según un estudio publicado en la revista canadiense Science Alert, una caminata enérgica de veinte minutos equivale al efecto positivo de una taza pequeña de café: mejora el uso de las habilidades mentales y de la memoria funcional, que es el manejo diestro de datos que guardamos en el cerebro y que usamos para resolver operaciones intelectuales básicas. Lo importante es que se realice un ejercicio aeróbico, como caminar, correr, nadar o andar en bicicleta. ¿Por qué el ejercicio físico se emparenta con el consumo de café? No está del todo claro: al parecer, las dos actividades aumentan el flujo sanguíneo hacia el cerebro, producen factores neurotróficos (que son el alimento para las células cerebrales) y generan hormonas como la dopamina y la adrenalina, que actúan directamente sobre el ánimo y la energía.
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Caminar rápido o beber lento
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Nicolás Artusi
Es periodista y sommelier de café. Trabaja en radio, prensa gráfica, televisión y online. Escribe libros largos y artículos cortos. Fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.