“Tu coffee shop en casa”: con este slogan vendedor, Nescafé Dolce Gusto empieza a venderse en la Argentina. De la misma casa matriz de la exclusiva Nespresso, es un sistema más económico y funcional para preparar café en cápsulas: cada una cuesta 2,20 pesos (casi la mitad que una Nespresso) pero tiene menos ambiciones gourmet. Para el espresso, hay una sola variedad de blend (¡contra trece de su hermana mayor!) pero, a diferencia de aquella, ésta es multibebida: ofrece cápsulas para cappuccino, latte machiatto y chococino. En estos casos, hay que usar dos cartuchitos: uno de leche en polvo y otro de café. De ahí lo de “tu coffee shop en casa”.
Como el Santo Grial de los cafeteros es el espresso, el sommelier de café ® va a empezar la cata con esa cápsula: más adelante, las bebidas “lechosas”. Lamentablemente, no se dan mayores detalles acerca del blend: apenas, que es “café tostado y molido, 100% arábica“. Se habría agradecido más precisión. A primera vista, el café sale con una sólida tapa de espuma de 2 milímetros, bastante consistente pero todavía lejos de la que produce la Nespresso (acaso acá la diferencia sean los bares de presión de las máquinas: 19 contra 15). La crema dura poco, igual que el sabor en boca, de persistencia fugaz. De cuerpo acuoso, no se perciben gustos muy marcados en el líquido oscuro: se degusta bien y sospecho que es un café del Brasil, de los mejores del gigante, parecido al que sirven en los bares de Buenos Aires.
- FICHA DE CATA. Espuma: ligera y homogénea. Color de la espuma: marrón claro. Color del café: muy oscuro. Olfato: pimentoso. Sabor: dulce. Cuerpo: acuoso. Persistencia en boca: fugaz. Acidez: baja. Impresión general: buena.
- FICHA DE PREPARACION. Agua: filtro Philips. Cafetera: máquina Moulinex Nescafé Dolce Gusto. Sistema: cápsulas NDG. Presión: 15 bares.
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