Si algún día tiene que construir un túnel subterráneo para huir es importante que sea estrecho y en zig zag, de manera que obstaculice la trayectoria de un proyectil y amortigüe un ataque con explosivos, y si tiene que pelear cuerpo a cuerpo contra un zombi apele al fuego, que se develó como un material al que el muerto-vivo resulta especialmente sensible aunque la combustión sea lenta. Son apenas dos de los consejos del Manual de supervivencia para el fin del mundo, una obrita de importancia vital para el fin del año que (sobre) vivimos en peligro: con el tono didáctico de un libro de texto, le enseñará “cómo prepararse para la próxima pandemia, plaga zombi, guerra, extinción, invasión extraterrestre y cualquier otro tipo de catástrofe”. No se confíe ni desestime la posibilidad de una nueva plaga: a este año maldito aún le quedan cuatro días.
Un manual para zafar del fin del mundo: instrucciones prácticas para combatir la próxima pandemia… o invasión extraterrestre.
“Ding, dong, ding, dong. Desde que comenzó el nuevo milenio, las campanitas del fin del mundo repican cada vez que se habla del futuro de la humanidad”, escriben los autores Iván Moiseeff, Lorena Iglesias y Esteban Castromán: “Las pandemias cambian nuestra normalidad, convivimos con noticias sobre el inminente apocalipsis climático, las alertas por una tercera guerra mundial se vuelven tendencia en las redes sociales, donde también se comparten imágenes de ovnis especulando sobre sus misteriosas intenciones”. El libro se publicó por primera vez en 2008, en una edición artesanal limitada con tapas cubiertas con césped artificial (aun la conservo porque nunca se sabe cuándo tendré que sobrevivir a un maremoto o luchar contra un robot asesino) y, en el contexto de la época, el Manual de supervivencia para el fin del mundo vuelve a las librerías en versión corregida y aumentada. Para componer sus disparatados, pero aun así muy lógicos, consejos ante lo peor, los autores recopilaron las teorías conspiranoicas que se multiplican por internet así como las soluciones propuestas por aquellos que ya están listos para la batalla final: pertrechados con una botella de vidrio, algo de nafta y un trozo de tela para armar una bomba molotov.
Aunque parezca lejano o improbable, el futuro está ahí: solo hay que alcanzarlo. “Quizá, como algunos creen, ni el planeta ni nuestra especie ya tengan muchas chances de perdurar”, concluyen los creadores del manual: “Sin embargo, este libro apuesta a lo contrario: porque hasta el último segundo, nunca se sabe”. Cuando den las doce, piense algunos propósitos para los próximos doce meses y, entre ellos, no estaría mal: aprender a cavar túneles. Hasta el año que viene.
