Eterno emblema de Kentucky Fried Chicken, la cadena de comidas rápidas que fundó en 1930, el coronel Sanders ahora se mete en la guerra del café, con el objetivo de robarle bebedores a McDonald’s (el año pasado, la hamburguesería fue la principal vendedora de café en Inglaterra, por ejemplo). Para morder parte del jugoso botín, la cadena KFC quiere cambiar la idea de que sólo ofrece pollo frito y, por eso, empezó a promover su delicado café Lavazza. Según los voceros de Kentucky, “nuestro café Lavazza es un ejemplo de la calidad del menú de KFC y, como cada vez los consumidores empiezan a apreciar el buen café, nosotros empezaremos a comunicarlo”.
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