“Con el éxito de los sistemas de cápsulas como Nespresso o Senseo, empiezan a aparecer señales de pánico en la industria tradicional del café”: así empieza un lapidario informe de la tecnológica revista Wired sobre las cápsulas para cafeteras Volturno que inventó la empresa española Marcilla. “Es una pésima idea”, escribe el periodista Charlie Sorrel y justifica: “Primero, las cápsulas no encajan bien en la cafetera a no ser que el portafiltros esté perfectamente redondo”. Segundo, la razón ecológica: cada cartucho está confeccionado en plástico duro, con lo cual se generan kilos de basura no reciclable en el lugar donde antes sólo había café molido que, encima, puede usarse como abono: “Para la empresa Marcilla, parece un cínico desinterés por el medio ambiente”. Y al final, el precio: cada paquete incluye sólo cuatro cápsulas, a 2 dólares cada una. Enardecido, el periodista sanciona: “¿Es el peor invento desde el café instantáneo?”.
Leé más | Lo que faltaba: cápsulas para la Volturno
¿El peor invento desde el instantáneo?
CategoriesSin categoría
Tenés que iniciar sesión para comentar.