En la era de la hipervigilancia, todo lo que hacemos queda registrado: en Buenos Aires, hay 3.200 cámaras públicas de seguridad en las calles; en Nueva York, hay 5.000 cámaras y en toda Inglaterra hay casi 6 millones de cámaras, entre públicas y privadas. Se sabe que Londres es la ciudad más vigilada del mundo. Pero ahora se llegó al colmo: inventaron un vaso de café que tiene una camarita incorporada en la tapa de plástico. Como un gadget de James Bond, o del Superagente 86, se propone como el sistema ideal para terminar con el delito: que todos filmemos todo mientras… tomamos café. La tapa de plástico tiene 9 centímetros de diámetro y fue fabricada por la empresa LawMate UK para que se ajuste a cualquier vaso: al presionar la letra “H” (de “hot”, caliente) se activa la grabación. La batería dura dos horas y también incluye un micrófono, claro. Ya se vendieron cien de estos aparatos botones y la Scotland Yard, la famosa Policía británica, manifestó su interés en comprarlo para sus detectives que, además, toman mucho café.
