La historia ilustrada del vicio permitido.
“¡Eureka!”, gritó el químico alemán Friedrich Ferdinand Runge cuando descubrió el alcaloide psicoactivo del grupo de las xantinas, que algunos años más tarde sería la droga más consumida del mundo. Obsesivo y metódico, Runge era un precoz investigador ya desde niño, cuando experimentaba con tubitos, frascos y probetas. Pero el mayor desafío de su vida le llegó a los 24 años porque pudo sintetizar la droga que es el componente principal de la oscura bebida que quitaba el sueño de ilustres y desconocidos. La cafeína se encontró en 1819 a instancias del poeta Johann Wolfgang von Goethe: acudió al joven químico para averiguar por qué no podía dormir. El autor de Fausto tomaba veinte cafés por día.