¿Tomás más de diez espressos por día? ¿El vasote Venti te suena a poco? La respuesta está en tus genes: según un estudio publicado por investigadores de la Universidad de Harvard, la adicción al café vendría de tu ADN. Las razones para nuestra pasión estarían en un gen llamado CYP1A2, que tiene un efecto sobre el metabolismo de la cafeína. Encima, el gen AHR regula el funcionamiento del anterior. Todos los seres humanos tenemos ambos genes pero es diferente cómo actúan: los investigadores descubrieron que aquellos que bebemos más café tenemos estos dos genes con alguna alteración. ¿Somos unos degenerados?
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