La polémica cafetera más importante del año sigue en expansión: desde hace tres días, la empresa yanqui Sara Lee empezó a vender sus cápsulas de café L’Or Espresso en Holanda. La noticia no es menor: se trata de los cartuchitos que funcionan con las máquinas de Nespresso y que protagonizan uno de los juicios sobre patentes industriales más notorios de los últimos años. La empresa Sara Lee presentó sus cápsulas L’Or en Francia, en abril de este año, y el producto se convirtió en un éxito instantáneo, porque funciona con las máquinas Nespresso pero es mucho más barato. En ocho meses, Sara Lee vendió 90 millones de cápsulas y obtuvo el 3,5% del mercado de café fraccionado en Francia, con cuatro variedades: Delizioso, Decaffeinato, Splendente y Forza. Pero la multinacional Nestlé no se durmió en los laureles: en junio demandó a Sara Lee por “violar las patentes” de su sistema Nespresso y el caso se discute en tribunales europeos. Habrá más noticias para este boletín.
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La guerra de las cápsulas llega a Holanda
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