El último grito de la moda en la ciudad que vive al ritmo de la moda es café y barbas. En Nueva York, las barberías con cafetería se expanden como hongos, resumiendo una estética hipster que hizo de las tazas y los pelos sus señales más reconocibles. Una de ellas es Person of Interest: en Williamsburg, se propone recuperar el espacio de la peluquería para caballeros como “tercer lugar”: es decir, sitio de encuentro cotidiano para que los hombres interactúen entre ellos, después del hogar y el trabajo. Abierta todos los días, realiza prodigios artísticos en la barba de sus clientes y sirve los blends de Parlor Coffee: el espresso se toma potente y reconcentrado, casi como un tónico viril.
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