Entre todas las divisiones posibles del mundo, una de la que no hablamos es la grieta entre las personas que se lavan los dientes antes de desayunar y las que se levan después. ¿Qué tiene que ver el café con esto? El café es un líquido ácido, con un pH que se ubica en torno a 5 en una escala que va de 1 a 14, y contiene taninos, factores que fomentan las manchas en la dentadura. Las manchas extrínsecas son las más habituales: quedan en la superficie del diente y son provocadas por los pigmentos del café, el té, el vino tinto, el mate, las gaseosas, los jugos y algunos alimentos como los frutos rojos. ¿Cuándo hay que lavarse los dientes entonces?
Hacerlo antes de tomar café tiene sus ventajas porque elimina la posible placa que se haya generado en la boca durante la noche y el color de la infusión no se adherirá tan fácilmente (las manchas se asientan sobre la placa). Pero los dentistas por lo general opinan que lo ideal es hacerlo después de la comida mañanera, pero no inmediatamente: media hora después de tomar café. ¿Por qué? Los dientes pasan todos los días por un proceso de desmineralización y remineralización y cuando los ácidos se introducen en la boca y las bacterias están produciendo ácido con los azúcares, el esmalte dental es atacado por ese ácido. Cuando ese proceso está sucediendo, el esmalte dental es vulnerable. Así que lo mejor es no cepillarse encima de eso.
