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Roma, 1600: el bautismo del café

La historia ilustrada del vicio permitido.

Clemente VIII
En el año 1600, el papa Clemente VIII se vio obligado a bautizar el café frente al furor de los venecianos que habían empezado a importarlo desde el cercano Oriente. Por oscuro y caliente, se lo llamaba “la bebida del diablo” y, para algunos chupacirios, era una auténtica herejía que un buen cristiano se rindiera ante los efluvios de la libación sobria. Las presiones se multiplicaron en el seno mismo de la Iglesia (muchos curitas eran fanáticos del café) y empujaron a Clemente VIII a probar una taza y dar su veredicto. Después de unos minutos en silencio, dijo el Papa: “Sería pecado dejar a los infieles una bebida tan deliciosa. ¡Venzamos a Satanás impartiéndole bendición, para hacer de ésta una bebida auténticamente cristiana”. Y sanseacabó.
 

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Nicolás Artusi

Es periodista y sommelier de café. Trabaja en radio, prensa gráfica, televisión y online. Escribe libros largos y artículos cortos. Fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.