Se dice del espresso que es un potente tónico cerebral. O “la bebida del intelecto” porque, si bien no es la más cafeinizada de todas las bebidas, suele ser la elegida para la conversación, la lectura o la escritura. La cafeína tarda quince minutos en llegar al cerebro y su efecto dura hasta cuatro horas. Entre las variedades de Nescafé Dolce Gusto una de mis favoritas es Espresso intenso: la cápsula protege los granos de tueste medio y molidos de café arábica de Colombia y robusta de Vietnam y tiene una intensidad de 7 puntos que se combinan con una percepción de perfil “fuerte y vibrante”. La capa de crema es fabulosa. Para la mañana o la tarde, es una inyección de energía en 25 mililitros. #AD
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