Si un clásico ritual porteño era aquel que unía teatro con pizza, la marca de la época es teatro con frappuccino. La cadena Starbucks acaba de inaugurar una tienda (¡la número 86!) en el mítico teatro Gran Rex de la avenida Corrientes. A menos de doscientos metros del Obelisco, es la primera cafetería de bandera verde adentro de un teatro: con 30 “partners” (así llaman a sus empleados: “socios”), el local de 320 metros cuadrados está decorado en tonos verdes y marrones y tiene capacidad para más de 130 clientes sentados. La expansión porteña de Starbucks no se detiene, aunque parece concentrarse en la zona norte de la ciudad (¿hay alguno en Lugano o Pompeya?): hace unos días abrieron una tienda en Córdoba y Jean Jaures y otra en Santa Fe y Talcahuano.
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Show del frappuccino: sube el telón
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